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¿por qué nos emborrachamos?

4 febrero, 2010

Claro que la mayoría nunca han tenido una borrachera, ni mucho menos una cruda, este me parece un tema interesante, aqui solamente vamos a ver el aspecto físico, ya que el aspecto social y personal de la borrachera la deben de consultar con sus amigos en plena peda.

La razón por la cual una persona entra en estado de ebriedad es simplemente porque consume más alcohol del que el hígado puede procesar o metabolizar. El 80% del alcohol que tomamos se absorbe e ingresa al cuerpo por el intestino delgado, solo el 20% se absorbe en el estomago. El 90% se metaboliza por el hígado y el 10% restante se elimina del cuerpo principalmente por el aire espirado, y muy poco por orina o transpiración. Los controles de alcoholemia (alcoholímetro), por ejemplo, miden el alcohol en el aire espirado, lo que determina una equivalencia con la cantidad de alcohol que hay en la sangre.

El punto limitante de nuestro “aguante” con el alcohol lo determina nuestro hígado. Este órgano metaboliza el alcohol y lo transforma en acetaldehído y agua. Ese proceso tiene una velocidad determinada por la genética, pero que no es muy diferente entre las personas y ronda los 10 gramos de alcohol puro por hora. Es decir, que si consumimos más de 10 gramos de alcohol en una hora va a “sobrar” alcohol que circulará en la sangre, llegará al cerebro y seguirá en el cuerpo hasta que el hígado pueda metabolizarlo a su velocidad.

La pregunta clave es ¿cuánto es 10 gr de alcohol puro? Es la cantidad de alcohol puro que hay en una lata de cerveza (5% de alcohol puro), una copa de vino (15% de alcohol puro) o un shot de cualquier bebida destilada (45% d alcohol puro). A eso lo llamamos una “unidad de bebida”. Por ejemplo, si consumimos cinco latas de cerveza en una hora, el alcohol tardará cinco horas en desaparecer del organismo.

Cinco latas de cerveza de 354 ml equivalen a 1770 ml de esta bebida, que en alcohol puro equivalen a cinco shots de vodka, es decir, cinco unidades de bebida. Un trago largo puede tener 3 unidades de bebida destilada (ejemplo: shots de vodka o tequila) Nuestro organismo no discrimina de donde viene el alcohol. En el control de alcoholemia, dos unidades de bebida, dan como resultado positivo.

Sin embargo, para “emborracharse” se necesitan varios factores: el primero es la cantidad, es decir, tomar más de lo que nuestro hígado puede procesar; el segundo es la velocidad. Podemos discriminar 3 velocidades: Una es la frecuencia de llevar el vaso a la boca, otra es la velocidad de absorcion del alcohol desde el intestino (cuando el estómago-intestino está vacío el alcohol se absorbe más rápido) y la tercera y menos modificable es la velocidad de metabolizacion del higado, que ya mencionamos y que puede ser incrementada levemente y con un límite. Es lo que llamamos «cayo de peda»; como tercer factor está la graduación alcohólica de las bebidas, las bebidas blancas o destiladas, por ejemplo, hacen más probable la borrachera.

Estas son las tres variables que hay que tener en cuenta para vincularnos con el alcohol. Por que hay que subrayar que siempre que una persona toma alcohol aumenta sus riesgos. En el período inicial, cuando una persona toma “poco” alcohol, esto es entre 2 y 4 unidades de bebida sus riesgos están asociados a sus conductas: accidentes de auto, peleas, sexo sin protección, quemaduras, etc. Luego al ingerir más cantidad de alcohol, el efecto tóxico del alcohol, genera un riesgo mayor asociado al efecto directo del alcohol sobre el cerebro.

La dosis letal de alcohol depende del peso de cada persona. En un niño, es de 3 gramos por cada kilo y en los adultos, entre 5 y 8 gramos. Por ejemplo, un litro de vino que tiene 15 % de graduación alcohólica, tiene 150 gramos de alcohol puro. Entonces, si hacemos la cuenta, una dosis letal para un adolescente que pesa 60 kilos pueden ser dos litros de vino. Porque si dividimos los 300 gr de alcohol puro de los vinos por su peso, nos da como resultado 5 gramos por kilo, una dosis que puede resultar mortal. Sin embargo esto puede resultar falso, ya que hemos presenciado comas alcoholicos en adolescentes de 60 kg con la mitad de dosis, simplemente por consumir rapidamente y sin haber ingerido alimentos previamente. Por lo tanto una persona que se alcoholiza a punto tal que: pierde la concienecia, debe ser llevado ya que no puede movilizarse por sus propios medios y al dia siguiente no recuerda gran parte de lo ocurrido la noche anterior, estuvo cerca de un coma alcoholico fatal y una cruda de miedo.

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